El desastre se cierne sobre las obras del Calieru

¿Partidas pagadas que no han sido ejecutadas? ¿Sobrecostes? ¿Falta de información y transparencia?

La obra de reforma y rehabilitación del Calieru fue adjudicado en 2019 por un importe de 365.500 €, y nada más comenzar los trabajos se tuvo que parar la obra para aprobar un modificado de 54.824€ adicionales. Viene siendo costumbre habitual en las obras de este gobierno que el proyecto original no se puede ejecutar y se tienen que acometer sobrecostes importantes, con los retrasos y perjuicios que ello conlleva.

Pero los problemas no terminan ahí, en septiembre de 2021 la oficina técnica procede a recepcionar las obras y se encuentra con la sorpresa de que falta un porcentaje considerable de obra por ejecutar, es decir, que las obras aún no están terminadas. Se detecta que falta por ejecutar pavimento, obras de cierre, barandillas, puertas, pintura…

Debemos recordar que esta obra es competencia de la Junta de Gobierno Local, presidida por el alcalde, y es este órgano el encargado de supervisar las certificaciones de obra, así como aprobar sus pagos.

Por eso, sorprende aún más que se han certificado y pagado partidas que no se llegaron a ejecutar, como el barnizado. También se observa que se certificó y se pagó excesos de mediciones como hormigón pulido en interiores y exteriores, carpintería exterior donde hay un incremento de 20%, el pantalán ejecutado tampoco se ajusta al del proyecto…

Y como resultado nos encontramos con una obra parada y una empresa adjudicataria que da la obra por finalizada sin ejecutar varias partidas, que ya fueron certificadas y pagadas sin realizarse. Mientras tanto el alcalde vuelve a hacer la técnica del avestruz, mete la cabeza bajo tierra, se niega a dar explicaciones del desastre, no explica los motivos del retraso, no asume responsabilidades y busca culpables por todas las esquinas. Aprovecha la prensa para tirarse flores mintiendo, ya que fue el PP quien consiguió las concesiones del Calieru y del Ateneo. Y sobra decir que nunca hemos estado en contra de las obras.

El Comercio (19/01/22)

En conclusión, una obra que debía comenzar a principios del año 2019 y tenía un plazo de ejecución de un año se encuentra sin finalizar, desconocemos y desconfiamos de la calidad de las obras, supuso un sobrecoste considerable y la transparencia para dar explicaciones brilla por su ausencia.

Los buenos gestores se demuestran cuando surgen los problemas, y deben dar explicaciones, buscar soluciones y dejarse de buscar culpables.